PRIMERA SEDE: Casa natal, San Felipe - Yaracuy.
Inaugurada el pasado sábado 19 de Enero del 2008 a las 7:00 p.m.
Andando, recorriendo, ensayando; la experiencia se ha hecho incontenible. Abrir las puertas de mi casa de algún modo no es fácil, y menos con el compromiso de mostrar -a conocidos y extraños- la más reciente concreción de mi proceso de investigación. Es éste el espacio, sin marcas ni aprobaciones, escenario próximo que me ha visto crecer. Esta, parte de mi historia: sudada, llorada e intensamente sentida. Voy descubriendo -quitando cosas-, recogiendo y armando mi realidad. ¿De qué otra forma asumo mi identidad?. Creo en el camino sin atajos, en el permanente riesgo de vivir, en la inconforme necesidad de pensar el arte y en la fortaleza de haber nacido en Yaracuy.
"La culebra se mata por la cabeza" es el cierre e inicio de un proyecto, es la decisión de dejar ver a otros lo que uno hace, de otorgarle importancia al acto de compartir. Celebremos entonces este momento, este paisaje, esta: nuestra geografía.
Juan Carlos Urrutia
San Felipe, Viernes 04 de Enero de 2008.
La culebra se mata por la cabeza, ¿será una clave secreta? Podría ser un palíndromo: si la culebra se mata por la cabeza, ¿la cabeza se mata por la culebra? Me muerdo la lengua. Juan Carlos se trae algo entre manos: ¿porqué hacer una exposición aquí, tan lejos de la capital, de los museos y de lo establecido, en una casa de familia? ¿Será que ésta, en vez de una exposición de obras de arte, se trata de una obra de arte en forma de exposición? Con ésta es como la cuarta o quinta exposición que veo en estos días que se hace fuera de toda institución, en espacios no convencionales, hechas la mayoría por artistas emergentes. ¿Será que algo está podrido en los museos para el arte contemporáneo? Me rasco la cabeza. Casas, apartamentos y salones de fiesta han sido y son el sitio el “sitio específico” que recibe las propuestas de esta serie de artistas jóvenes que se inician en el largo camino del arte: camino lleno de monte y culebra.
(Extracto del texto escrito por Ignacio Pérez para la exposición).
AGRADECIMIENTOS:
a mis padres, Isvelia y Julio,
a mis hermanos, Misel y Julito.
a mi familia.
a Ignacio, Aidana, Wini,
Johna, andre y Emiliano.
a quienes dieron su apoyo.
SEGUNDA SEDE: Ateneo de Valencia, Salas 1, 2 y 3.
Inaugurada el pasado sábado 21 de Febrero del 2008 a las 7:30 p.m.
En esta oportunidad el proyecto expositivo se traslada a un espacio representativo de la cultura valenciana, el Ateneo de Valencia, para dar continuidad a la experiencia itinerante de presentación y discusión estética, en cuyo interés fundamental se encuentra el paisaje natural como territorio de vida y escenario geográfico. Ahora se hace colectiva la experiencia, se abre paso hacia la mirada del otro, público y crítico; dejando de pertenecer a su lugar de origen para convertirse en identidad plural y territorio abierto.
A Salamandra, mi cielo.
A Yara, mi tierra.
A Juan Carlos y amigos, mi ofrenda.
Cierto día a Juan Carlos le dio por meterle las manos al paisaje de Yaracuy y las uñas se le llenaron de tierra, astillas de palo seco se le enterraron en los dedos, el pulso se le quedó temblando para siempre. ¿Qué paisaje y qué vida sería la misma después de entonces? Juan Carlos supo que para apreciar un paisaje no hace falta ni siquiera abrir los ojos. Solo basta ser como el paisaje, sentirse parte de él: paciente, llano, pleno, o llameante, eufórico, inevitable. Los objetos en sus diversas formas aquí presentes en esta muestra son causa y efecto de esta sabiduría del paisaje. En ellos se desenvuelve toda la energía creativa de Urrutia y me hacen intuir que el propósito de su propuesta plástica consiste en una indagación, lenta y minuciosa, de este, su primer y central estremecimiento: Yaracuy. Yaracuy constituye para nuestro artista no solo su lugar de origen, raíz de todas sus inquietudes éticas y estéticas, sino también un objeto mágico que en su contemplación le hace tener la experiencia profunda (o estado de gracia) que llamamos pertenecer. Pertenecer a esa tierra -y a la Tierra- que es Yaracuy es el hálito que anima las formas y contenidos tan específicos de sus trabajos. Ellos, aludiendo a sí mismos, sobrepasan, quizás sin quererlo, sus propios códigos y su propio lenguaje, haciéndose, a mi parecer, idioma común –quiero decir, comunicado- con casi todos los seres que nacimos en este continente, o digámoslo bien, en este planeta. Ellos nos hablan de nuestro inconsciente -pasado, presente y futuro colectivo- como habitantes de un lugar, sobre nuestro modo de percibir la realidad inmediata y nuestro modo de construirla y reconstruirla. Vale decir también que en estos trabajos hay un sentir directo por la naturaleza que se agita en nosotros y nos estremece, y una capacidad de concebir formas abstractas a partir de objetos concretos que nos indica claramente el dictado de la conciencia del artista: el paisaje es un mito y la belleza una epifanía. Finalmente, paisaje y belleza son mito y epifanía de nuestra identidad.
Esto así, el paisaje de Yaracuy transfigurado ya en sonidos, bolas de tierra y enramadas, es entonces fragmento de un paisaje múltiple e inhallable que es el paisaje de una cultura –cultura como modo de percibir la realidad y de sentirla- y a su vez paisaje de todas las culturas y ninguna. Es en esa tierra de nadie, en ese intersticio vibrátil en donde Juan Carlos Urrutia con esta exposición nos ubica. Entre Yaracuy y la eternidad.
Ignacio Pérez
Caracas, Domingo, 13 de Enero de 2008
PRÓXIMAS SEDES:
-Espacio Alternativo en Caracas. (Noviembre del 2008).
-Museo Carmelo Fernández de San Felipe. (Cierre del año 2008).
-Museo Lía Bermúdez de Maracaibo. (Inicio del 2009).
-Museo de Arte Contemporáneo de Coro. (Inicio del 2009).
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